jueves, 19 de noviembre de 2009

La danza piscobambina de las tinya pallas

Escribe: Elmer Neyra Valverde

Etimología.- El nombre de esta danza conlleva dos vocablos quechuas: primero, tinya que significa tamborcito, tambor pequeño. Instrumento musical de percusión de origen precolombino, que tiene sinónimos en el quechua como: kirki o wankar.
Segundo, palla con dos acepciones: una, la de mujer honorable o de ascendencia real; dos, se refiere a la soltera que, representando a las ñustas o princesas, conforma una danza típica de varios lugares del Perú.
Marco socioreligioso.- En la ciudad de Piscobamba, capital de la provincia de Mariscal Luzuriaga, Áncash, se celebra la fiesta de la Virgen de Las Mercedes, en los días 25, 26, 27 de setiembre de cada año. En la primera mitad del siglo XX fue una fiesta de suma importancia; tal es así, que se levantó una iglesia de buenas proporciones para honrar la memoria de la aludida virgen. Edificación que, después del terremoto del 31 de mayo de 1970, dio paso a nuevas construcciones, resultando de tal modo que en la actualidad, luego de la reconstrucción ha sido reemplazada por un amplio auditorio, en el complejo parroquial de San Pedro y San Pablo adyacente a la Plaza Mayor.
Lo destacable de esta fiesta es que tiene la oportunidad de presentar dos danzas típicas que, con toda seguridad, son exclusivas de Piscobamba. Y lo más importante, es que el día 27 de setiembre se presentan dos escenificaciones, la primera el waru tsimpay o sea el paso de los auqa runas (guerreros selvícolas) a través del río Marañón; la segunda el wayta muruy, el sembrado de flores por las tinya pallas con el concurso receloso de los auqa runas. Escenas divulgadas por don Emiliano Gonzales de Pomabamba.
Origen y ámbito.- La danza tiene origen precolombino, pues el nombre mismo se refiere a mujeres expertas en la cosecha (= pallay) y el manejo de la tinya (caja) por una de ellas que junto a las otras participaba de la danza común.
Personal y atuendos.- Esta danza está conformada por seis mujeres, las tinya pallas que portan una kiyaya, un palo que en la parte superior lleva una canastilla, dentro un cascabel, que cuando la vara es golpeada contra el suelo va derramando un sonido monorrítmico.
Acompañan el Auquin (hombre maduro conocedor e intérprete de la cultura occidental), supuestamente, para algunos es el brujo; pero en todo caso sería un agente de la medicina alternativa o de origen nativo. Este personaje lleva un saco largo que recuerda al usado por el soldado peruano en la infausta guerra de 1879, un pantalón ceñido en las piernas, chalina, máscara de madera con rasgos nativos, y encima una montera llena de cabelleras largas unidas y tapadas por un sombrerillo llamativo. Lleva en su diestra un chicote para dirigir y arrear al toro y enlazarlo en el momento del ofrecimiento danzaril. A ratos restalla el chicote, simulando el estruendo de un cohete o avellana.
Junto con el elenco también va el toro, armatoste en forma de prisma triangular, cuyas dos caras laterales de paño de colores vivos, imitan el cuerpo del toro, y la tercera cara vacía permite a un hombre a levantar y desplazar el astado de imitación, que luce una atractiva testa de colores, coronada por magníficas cornamentas.
Las tinya pallas llevan monillas (= blusa) arregladas con presillas y espejuelos. Visten una falda típica llamada paala o pintay bata, lucen sombreros de lana con cintas anchas de colores. Una de ellas es la capitana, la responsable de la alimentación y organización. La más renombrada es la yachaj (= versificadora), diestra en los versos que va entonando, parte de un libreto tradicional, asimismo de su propia cosecha u ocurrencia, sobre todo para ridiculizar a un curioso o a un paisano vuelto de Lima y se le acerca mucho.
Instrumentación musical y ritmo.- Es un baile con melodía pausada, evoca el apego a la tierra, a la siembre y la cosecha. Los instrumentos son el pinkullo y la caja (= tinya) que da nombre a la danza.
La caja o la tinya es un tambor de doble membrana de 60 cm de diámetro que se cuelga de la mano izquierda; los aros de ajuste son bajos y reciben las membranas templadas en zigzag. Las membranas son de pellejo de perro o venado o carnero o zorro. Se golpea con una varilla percutora que remata en un elipsoide de cuero rellenado. Se llama shakashawka.
El pinkullo es un instrumento de viento, como flauta de una mano, hecho de madera de saúco, que mide aproximadamente 30 cm de longitud. La abertura de insuflación se forma mediante un apéndice de madera que se llama shullu, en contacto con los labios.
Simbolismo.- Significa el equilibrio de género, es el elenco complementario del auqa runa; corresponde a un grupo humano que había domesticado muchas plantas, las cultivaba y conocía de sus virtudes y características. Ellas ofrecen amistad y buena disposición a los auqas incursionistas; finalmente, los seducen y los asimilan a sus faenas agrícolas. El toro es un elemento postizo, posiblemente añadido en el coloniaje. La parodia del ayuntamiento entre el toro y el auquin es la señal del dominio español.

Chimaiche en el trapecio trasandino



Por Elmer Neyra Valverde

En lo que va del presente milenio, esto es la primera década del siglo XXI, constatamos la amplia difusión del baile denominado chimaiche. Entendiendo que en este trabajo, baile es una manifestación cultural andina que ejecuta una pareja o varias de ellas; ya sea en reuniones familiares como cumpleaños, bautizos, matrimonios o vísperas de fiesta, y en danzas, al final, bailan parejas de mujeres como también parejas de varones. El chimaiche es un complejo de baile, música, letras y orquestación peculiar. Su música se ejecuta básicamente en la nota si y ocasionalmente en re. Podríamos decir también que es una variedad de huayno trasandino de Áncash, caracterizado por su vivacidad, su gracioso y singular zapateo con letras que son producto de un humus cultural-geográfico, todo ello ha permitido su mantenimiento y su revitalización, pero sin descuidar la instrumentación musical a base de arpa y violín y ocasionalmente en la compañía de la flauta. Pero haciendo una disquisición: es posible ejecutar mediante la caja y el pincullo como remate de una danza típica.

Los soneros del ande: ejecutan el chimaiche

Aceptando que el chimaiche está ligado como proceso cultural al pueblo de Vilcabamba, vamos a referirnos respecto de él. Sabemos que el poblado mayor de Vilcabamba integra el distrito de Casca, provincia de Mariscal Luzuriaga (Áncash). Está a media hora de viaje de Piscobamba, capital de la provincia de Luzuriaga. Pasa la carretera que va de Huarás a Piscobamba y a Pomabamba. Aproximadamente a 642 km de Lima. Sus pobladores descenderían de la etnia Willka que acompañó a la retirada de los Chankas, hacia Chinchaysuyo, liderada por Hancohuallo. Esta posibilidad se colige claramente de los Comentarios Reales de Garcilaso Inca de la Vega.
En la festividad andina de Mama Kanchi, 2 de febrero de cada año, hay presencia de banda musical, fuegos artificiales, concurrencias de danzas como Anaca, Inca, Palla, Negro, etc. Muy interesante es el paso del inca Atahualpa por el puente sobre el río Vilcabamba.
Sus pobladores asisten a la festividad de San Pedro y San Pablo de Piscobamba, a fines de junio. Se les ve disfrutando de las vísperas o de los días centrales. Los mismos van a la fiesta de San Juan y San Francisco en Pomabamba. También concurrían a la festividad andina de Chuyas, en Pomabamba. Una celebración, que hasta fines del siglo XX involucraba ceremoniales de fertilidad (Yachakuy) que remataban en un ayuntamiento de parejas de jóvenes. Decisión propia y empática de dos seres de sexo opuesto que se atraían. Todo ello aceptado dentro de patrones culturales cuyas raíces se hunden en el Preincanato.
Obviamente, concurren a las festividades patronales de Tayta Antu de Casca en junio, y la de Mama Dolores de Ranracolca en setiembre.
La tradición, que se esparce en el trapecio trasandino de Pomabamba y Mariscal Luzuriaga, reconoce a Vilcabamba como gestora del chimaiche con notación de hecho folklórico, que recoge vestigios etno-históricos del desplazamiento chanca a través del Chinchaysuyo, en la primera mitad del siglo XV. Nadie pone en tela de juicio que el fortín del chimaiche trasandino es el abnegado, simpático creador y progresista pueblo de Vilcabamba.

La iglesia de Vilcabamba

Precisiones
El chimaiche, tal como se ha descrito, es un acto folklórico del Nororiente ancashino. Es popular, anónimo, funcional y ubicable. Sus orígenes hunden sus raíces en la historia no escrita del pueblo andino y manifiestan su resistencia cultural ante la agresión hispánica y la mediática actual. El desplazamiento de la nación Chanka desde Andahuaylas hacia Chinchaysuyo ha influido y dejado huellas en su aparición y su focalización geográfica. En Junín, San Martín, Huánuco, Áncash Oriental y posiblemente, Pasco. Por investigar Ayacucho y Apurímac. Durante de hegemonía política de España, surge el acompañamiento musical de arpa, violín y flauta. Cumple dos roles: a) secuencia final de una diversidad de danzas típicas. b) Baile de pareja en diferentes motivos sociales de una familia, definitivamente, no es una danza.
Se reconoce que el poblado mayor de Vilcabamba (prov. de Luzuriaga), ha desempeñado un papel de primera importancia en la creación, conservación y difusión del chimaiche; tanto en Lima cuanto en el trapecio trasandino. Los actuales medios de comunicación y sus mecanismos de alta tecnología: permiten su propagación masiva a nivel nacional y fuera del Perú. Los compositores de ascendencia mestiza pueden dar un sesgo al castellanizar las letras y quizás chocar con su fisonomía original, surgida del corazón de una comunidad quechuahablante. Se espera que se superen los reduccionismos localistas y patrimonialistas que intentan medrar con una manifestación cultural que, definitivamente, trasciende las fronteras provinciales de una visión occidental.