Un viernes santo dejaste tu Piscobamba,
Tus pasos cadenciosos se guardaron
en verdes saucos que siempre saludaron.
El reloj de tu aliento se quedó en oración.
acompañando al nazareno en cruces.
En tu último viaje a Lima compartimos
la tertulia del mapa cultural Ancash:
allí sembraste en forestación la nación.
Desde el eucalipto de la plaza de armas
hasta el Tsakpaa menudo de Cachipampa,
llenaste de gueshgue y kiswar a Pucashiraca.
En el recordado Andaymayo se rasgó
tu sudario de tus adioses, para elevarse
al cielo en eterna redención de tu existencia.
Ahora quedó tu mesa llena de tus versos,
cantados al amor, al alma, a la planta
a la vida que tanto amamos y guardamos.
Tu ejemplo permanecerá en el tiempo
tu agenda de suspiros en multiplicación.
Nuestra nueva tertulia será en el cielo,
donde dibujarás poemas de la ecología
y las plantas nativas de la tierra adentro.
¡Hasta luego, amigo, Marino Pastor Neyra!
No hay comentarios:
Publicar un comentario