domingo, 18 de abril de 2010

Formación del departamento de Ancash y la nueva identidad regional

Fernando Bazán Blass

En febrero de 1821, casi todo el norte del Perú y una parte del Centro se habían declarado por la causa de la Independencia. El General José de San Martín en su deber de legislar para el buen éxito de la empresa libertadora, proveyó en Huaura el “Reglamento Provisional” de fecha 12 de febrero de 1821. Daba el primer boceto de la nueva demarcación territorial del Perú republicano.
El Reglamento establecía: “El territorio que actualmente se halla bajo la protección del Ejército Libertador se dividirá en cuatro departamentos comprendidos en estos términos”… Primero, el de Trujillo…; Segundo, el de Tarma…
Tercero, el (departamento) de Huaylas, -conformado por los partidos de Huaylas, Cajatambo, Conchucos, Huamalíes y Huánuco; otorgándole a este nuevo Departamento de Huaylas, como su capital la ciudad de Huaraz; y
Cuarto, el departamento de La Costa, integrado por los partidos de Santa, Chancay y Canta, que por el momento tuvo su sede capital, a sus pies, donde estaba su ejército, en el pueblo de Huaura. Este mismo Reglamento incluía al partido de Santa en el nuevo Departamento de la Costa.
Ya después de consolidada la Independencia, la capital del departamento de la Costa se trasladó a Lima y por tanto las provincias sujetas a este Departamento de la Costa se controlaron desde la capital del Perú.
El Reglamento fue una medida necesaria, sobre todo estratégica militar, por la situación de ocupación de esta zona del país, que al haberse proclamado libre no podía estar sujeta a la autoridad y leyes de la Corona. Como es de notar, San Martín, por las circunstancias del momento, tomaba la organización territorial colonial de los Partidos, antes denominados Corregimientos, poco después Provincias.
Desde Huaura, por ejemplo, se ordenaron los secuestros de propiedades de aquellos españoles que no querían adherirse a la causa libertadora, como fue el caso del terrateniente del valle de Santa, Pedro Abadía, a quien, el nuevo gobernador Ángel González del Riego y el cura Pedro de la Puerta, pasados a la causa libertadora, confiscaron su hacienda dando cuenta detallada al General San Martín que se hallaba en Huaura.
Dos cosas se destacan aquí:
Primero: Que el partido de Santa, antes Corregimiento de Santa, después denominada provincia de Santa, cuya capital fue la villa de Santa María de la Parrilla hasta 1857; abarcaba desde el río Santa hasta el río Pativilca, es decir, toda la costa del actual departamento de Ancash. Esta Provincia, no tenía ningún vínculo con el Departamento de Huaylas. Santa y sus doctrinas dependían directamente del Arzobispado de Lima. Y,
Segundo: Huaraz, como capital del Partido (provincia) de Huaylas, que pertenecía a la Intendencia de Tarma, por este Reglamento, se convierte en capital del flamante Departamento de Huaylas congregando los partidos de Huaylas, Conchucos, Cajatambo, Huamalíes y Huánuco. El citado Reglamento independizó a Huaraz de Tarma, que era la capital de la intendencia del mismo nombre durante la época colonial. La ciudad de Huaraz per se, extendía su jurisdicción a un ámbito territorial mayor.
San Martín, consideró a Huaraz, como cabecera de puente para enfrentar a las tropas realistas dirigidas por el virrey La Serna, que habían abandonado Lima para acantonarse Tarma. Con este Reglamento le sustraía jurisdicción y territorio a esta Intendencia, ocupada en parte por realistas y otra parte por los patriotas que finalmente iban a definirse con Bolívar y Sucre en Junín y Ayacucho en 1824.
El 16 del mismo mes de febrero de 1821, San Martín designaba como presidente del Departamento de Huaylas al General don Toribio de Luzuriaga, militar huaracino que había peleado junto a Él por la independencia de Argentina. Por esta razón, por ejemplo, las órdenes de Luzuriaga para implementar el Estatuto de San Martín dictado en la misma fecha del Reglamento para proponer nuevas autoridades en su zona, no incluyeron la provincia de Santa por no ser jurisdicción del departamento de Huaylas. Las órdenes vinieron directas de San Martín para González del Riego en Santa.
Usted se preguntará ¿Cuál fue la conexión efectiva, real, de la Costa con la Sierra de Ancash, ¿Por dónde ingresaban las mercaderías para abastecer los numerosos pueblos de la serranía de Huaylas y Conchucos? El contacto comercial de los puertos y pueblos de la costa como Santa, Nepeña-Samanco, Casma, Huarmey, Pativilca, se hacía a lomo de bestia en piaras con arrieros, siguiendo cuesta arriba por caminos al lado los ríos, alcanzando abras en las alturas de la Cordillera Negra; para luego bajar al Callejón de Huaylas y pasar al callejón de Conchucos.
Bestias y arrieros venían de la sierra y se volvían a ir. De Nepeña, Moro y San Jacinto, por ejemplo, subían las latas de alcohol para embrutecer al indio de toda la Sierra. Desde los puertos se cargaba el resto. Lugares como Pamparomás, Quillo, Macate, ubicados a este lado de la Cordillera, mejor dicho en su corona, pertenecían al partido de Huaylas. Arriba de Santa estaba Lacramarca, gran centro poblado en la Colonia. La Costa era pues, la costa, Solo la Iglesia y cura conocían los límites de cada doctrina con exactitud.
Santa había dependido de Lima tres siglos en el virreinato, más 14 años de república. Nada tenía que ver con Huaraz en lo político ni administrativo.
El actual departamento de Ancash, fue creado el 12 de julio de 1835 por el Jefe Supremo Felipe Santiago Salaverry al decretar:
“Que las provincias de Cajatambo, Huaylas y Conchucos, pertenecientes al departamento de Junín, y la de Santa al de Lima, conformasen el departamento de Huaylas”, sacó Huamalíes y Huánuco, pero le amplío poder a Huaraz en el ámbito de la Costa, sustrayendo a Santa de su relación directa con Lima.
Salaverry estimó que: “no son ni pueden ser bien regidas por la distancia en que residen los prefectos a quienes están subordinadas”. Así se anexó a la provincia de Santa al Departamento de Huaylas. Era la primera integración transversal.
No le faltaba razón, por que en ese tiempo las distancias se recorrían por caminos de herradura, no se cuántas leguas hay desde Huánuco o Huamalíes a la capital Huaraz, pero es distante.
Para viajar por la Costa, de Santa a Lima se demoraba una semana a lomo de bestia por ardientes arenales. Los barcos a vela, no eran para todos ni todos los días. No existía carretera ni ferrocarril.
El 10 de octubre de 1836, el general Andrés de Santa Cruz, desconociendo lo hecho por Salaverry, consideró “que las divisiones territoriales de los departamentos debían atenerse a los límites que la naturaleza ha puesto y contar sobre todo con facilidad de proveer a las necesidades de los pueblos, con este criterio decretó la división del departamento de Junín en dos:
“uno que llevará este nombre y otro, el de Huaylas que se compondrá de las provincias de Huaylas, de Conchucos Alto y Bajo; y de Santa, del departamento de Lima. La capital será la ciudad de Huaraz”. Gamarra desconoció este decreto en 1839, por lo que quedó firme el territorio señalado por Salaverry.
Hoy, estamos de cara con la integración de la Costa, Sierra y Selva, Ancash, Huanuco, Ucayali; ello está muy bien, es tiempo diferente, las vías de comunicación avanzan, las propuestas sobre regionalización transversal de Javier Pulgar Vidal ofrecen criterios técnicos, geográficos, ecológicos, económicos, etc. Las tres carreteras que avanzan hasta dar con la Marginal de la Selva nos llevarán por vía terrestre primero a Tingo María y después hasta la ciudad de Pucallpa. Pero hay que tener presente que tres milenarias culturas, los Moches, los Huaylas y los Conchucos, con etnias y genes diferentes, están a la búsqueda de una identidad de síntesis regional, cualquier error puede hacer perder el timón. Solo el conocimiento de su historia hará entender la actual visión de futuro.
Felipe Santiago Salaverry dio inicio a esta integración de la Costa con la Sierra mediante la creación del departamento de Huaylas, posteriormente llamado Ancash.

Chimbote, 21 de marzo del 2010.

1 comentario:

efneyrav dijo...

Exalta la demarcación territorial de la colonia y desconoce que sus supuestas etnias han sido las únicas;le recomendaría leer a GARCILASO Y pedro CIEZa de LÉON QUE TAMBIÉN HABLAN DE LOS PINCOS Y PISCOPANPAS( SÍ CON N ASÍ COMO INPARES O YANBAL). Y finalmente los trabajos de Miguel LEÓN.